El Programa La Universidad Escucha a las Escuelas (PUEE) cumplió quince años de labor en docencia, investigación y extensión. En estos quince años son cuatrocientas las veces que alguna escuela pública de nivel medio de la Provincia de Córdoba solicitó su asistencia. Cuatrocientos problemas que tuvieron acceso al conocimiento, la contención y la asistencia del equipo integrado por la Cátedra de Teoría, Espacios y Estrategias de Intervención IV (Instituciones), y docentes y estudiantes de Trabajo Social y de otras carreras de la UNC, con la coordinación de la Profesora Gabriela Rotondi.
A lo largo de estos 15 años, los grandes ejes de trabajo que se abordaron junto a las comunidades escolares fueron: Participación y agremiación juvenil, Educación Sexual Integral en las escuelas, Derechos ambientales, Adicciones, Violencia en el Noviazgo, y Violencia en las escuelas.
Para festejar los quince años del PUEE, la Dirección de la Carrera de Licenciatura en Trabajo Social y la Cátedra TEEI IV organizaron un acto el 12 de mayo pasado, que convocó a la comunidad educativa de la Facultad de Ciencias Sociales, las escuelas que han participado del programa, y los aportantes al mismo que llegan de diversas facultades y espacios educativos.
En el acto se presentó el libro digital y DVD “Compartiendo quince años del Programa La Universidad Escucha las Escuelas: Perspectivas, debates y propuestas desde el trabajo social institucional». Posteriormente, se realizó una mesa debate «Balance y producción del PUEE, integrada por María Inés Peralta (docente de grado y posgrado), Silvia Fassi (docente de nivel medio) y Gabriela Rotondi.
Gabriela Rotondi, coordinadora del Programa, consideró importante evaluar el ciclo de trabajo de estos años junto a quienes «aportaron, sumaron, trabajaron, demandaron y acompañaron». En ese sentido, destacó que el equipo «viene realizando su labor con el objetivo de lograr la sinergia de las tres funciones de la universidad: investigación, docencia y extensión», por lo que vieron necesario presentar algunas recopilaciones que permitan reflexionar y producir conocimiento.
La decana normalizadora de la FCS, Silvina Cuella, resaltó el trabajo que viene realizando el Programa en estos quince años y la importancia que para la institución tienen sus producciones y articulaciones. Enumeró los que consideró los aspectos más destacables “no solo por el compromiso y desafío que asumen». En ese sentido, señaló que la cátedra tiene la característica de ser semillera de formación: «Quienes compartimos el trabajo con el equipo desde diferentes lugares, hemos sido testigos de la capacidad de convocatoria a distintas iniciativas, en proyectos interesantes y desafiantes”.
Luego resaltó una segunda característica: “La capacidad que han tenido de articular algo que es tan ambicioso y tan anunciado en distintos espacios académicos no solo de esta Universidad sino también del país, que es la necesidad de articular enseñanza, investigación y extensión».
Por otra parte, destacó que el contexto en el que nació el programa fue durante la crisis social, política y económica del país durante 2001 y 2002, en el que la educación estaba sacudida por las políticas implementadas por el Estado nacional. En ese contexto, para comenzar un trabajo colaborativo la cátedra elige como actores a las escuelas públicas, con la convicción de que era necesario recuperar vínculos, tender puentes, restablecer relaciones que permitieron generar una agenda variada, «y eso fue un horizonte para el resto de las cátedras y un desafío reactualizado con los cambios de coyunturas”, señaló Cuella.
Por último, la decana reconoció a las escuelas por afrontar el desafío de exponerse, de mostrar debilidades y fortalezas. Las escuelas abrieron sus puertas en tiempos de crisis, dijo, para que «nuestros estudiantes estudiaran, para que nuestros docentes investigaran, y que desde allí salieran proyectos». Existen búsquedas que son colectivas y que trascienden las fronteras de cada institución. En ese mismo sentido, Cuella trazó un paralelo con lo que sucede en este momento en que la educación pública siente un nuevo sacudón. Por ello, interpeló a «buscar nuevos horizontes para seguir no sólo defendiéndola sino convencidos de que tenemos que profundizar el carácter público de la educación».