Como todos los años, cerrando noviembre se realiza en Córdoba la 10º Marcha de la Gorra, espacio de organización juvenil que venimos respaldando año tras año en defensa de los derechos de los y las jóvenes de sectores populares de nuestra provincia que sufren cotidianamente el acoso y la violencia institucional.
La 10º marcha se enmarca a su vez en la reciente sanción del Código de Convivencia, que reemplaza al antiguo Código de Faltas, manteniendo sin embargo la inconstitucionalidad de sus artículos que violan leyes nacionales, tratados internacionales y aquellos términos ambiguos que facilitan el accionar policial discriminatorio.
Como equipo de investigación y trabajo con Jóvenes de la Facultad de Ciencias Sociales consideramos preocupante la sanción de legislaciones que vayan en contra de las garantías de los derechos de los/as ciudadanos/as, así como la continuidad de prácticas cotidianas violatorias de estos derechos por parte del Estado, que es por esencia el responsable de velar por los mismos.
Los y las jóvenes de sectores populares son fuertemente estigmatizados por los medios masivos de comunicación, espacios institucionales e incluso académicos, como “el sujeto peligroso” o “desinteresado”. Estos estigmas se asientan en el imaginario social asociando pobreza con criminalidad y justificando el accionar cotidiano violento de la policía y vulnerando derechos, incluso en sus formas más extremas como son los casos de gatillo fácil, muertes de jóvenes en comisarías y residencias (viejos “institutos de menores”).
Desde nuestros trabajos de investigación, extensión y docencia, venimos problematizando estas visiones que estigmatizan a los jóvenes pobres y exponiendo una preocupante realidad que tiene que ver con las múltiples exclusiones sociales por las que atraviesan. Son ellos y ellas quienes mantienen el mayor índice de desempleo en nuestra sociedad duplicando el de los adultos. Son las mujeres jóvenes las más afectadas, así como las que se encuentran en mayores condiciones de precariedad e inestabilidad laboral. Son además quienes tienen más dificultades para acceder a los recursos económicos, culturales y simbólicos de la ciudad como consecuencia del proceso de “segregación espacial” que en Córdoba adquiere características particulares, distribuyendo a los sectores sociales por grupos homogéneos y fuertemente divididos. Por un lado barrios cerrados y “countries”; y por otro, villas y barrios-ciudad producto de la erradicación de las primeras. Esto configura nuevas formas de “destitución social” volviendo el lugar de residencia en un estigma, vulnerando el derecho de acceder a la ciudad y transitar libremente por los espacios públicos así como también el derecho a la educación, al trabajo y a la recreación, profundizando las desigualdades sociales.
La Marcha de la Gorra es un ejemplo de participación y organización juvenil que este noviembre cumple 10 años sosteniendo reivindicaciones, visibilizando las voces, ideas, proyectos y demandas de los y las jóvenes en el espacio público, constituyéndose en un espacio real de disputa de sentido y conciencia ciudadana.
Invitamos a acompañar y sumarse a la misma.
Equipo de Investigación y Trabajo con Jóvenes de la Facultad de Ciencias Sociales. Patricia Acevedo, Ana Paola Machinandiarena, Susana Andrada, Luis Arévalo, Nicolás Giménez, Consuelo Sánchez Gavier, Dolores Pedraza, Eliana López, Fernanda Retamar, Valentina Tomassini, Eugenia Rotondi.